lunes, 26 de enero de 2015

A propósito de Grecia.

Ganó Syriza y parece que el mundo mejora un poco, que hay más esperanza en que se pueda revertir esta situación a la que nos ha llevado el neoliberalismo y el capitalismo.

Aquí os dejo un vídeo de una de las canciones que en la carpa de Syriza cantaron: "Avanti el popolo-Bandiera Rossa" himno del PCI, que fue durante años el mayor partido contra el capitalismo en occidente. Este partido dejó de lado su ideología y se acercó a la socialdemocracia, convirtiéndose con los años en un partido del régimen, el partido que actualmente gobierna Italia con el de Berlusconi.



SYRIZA son las siglas de Coalición de la Izquierda Radical (SYnaspismós RIZospatikís Aristerás). Se crea en 2004 y agrupa a socialistas, comunistas, ecosocialistas y anticapitalistas. Lejos de ocultar su ideología, se sienten orgullosos de proclamarse de izquierdas. Le pidieron los estatutos a IU para traducirlos y como referente de su organización.



Quizá, sea más conveniente publicitáriamente ocultar lo que se es en realidad. Aunque a mí no me gusta decir a la gente que soy lo que no soy, trabajar con las armas del capital, porque ellos te lo dan, ellos te lo quitan y desunir a las fuerzas de izquierda transformadora por una limpieza de imagen. A mi me encantó ver los puños levantados en esta carpa de Syriza, ver las banderas rojas, verdes y moradas en su interior, escuchar "La internacional", "Bandiera Rossa", "El pueblo unido", "Bella ciao" ... No por una liturgia de izquierdas, sino por recordad a los y las que murieron por decir que eran comunistas, socialistas, que no ocultaron su ideología a pesar de que les costaría la muerte, el exilio, la miseria, ellos y ellas que no vencieron; como en Grecia después de la II Guerra Mundia, España en la Guerra y postguerra, latinoamérica con sus dictaduras, en la Alemania nazi, la Italia fascista o la Francia de Vichy, los y las que murieron tomando el Palacio de Invierno o frente a las tapias de Père-Lachaise por agarrarse a un sueño, al ideal de que el hombre no sea explotado por el hombre. Ese es el legado de luchas que nos han dejado muchos y muchas: Marcos Ana, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, los abogados de atocha, Allende, Neruda, los milicianos españoles e internacionales, los palestinas y saharauis, los que pararon a los nazis en Stalingrado, los “desaparecidos” y tantos otros y otras que me dejo y que no tienen un gran monumento para identificarlos y recordarlos.


En Grecia se hicieron más de 30 huelgas generales, hubieron manifestaciones, ocupaciones, se crearon cooperativas sociales donde ayudarse unos a los otros, incluso una moneda social. Hasta que lleguemos a ese punto de conciencia social nos queda mucho, pero tenemos que luchar por conseguirlo, no decir a la ciudadanía que se va a conseguir todo sin que ellos luchen, por medio de las urnas únicamente, “tomar los cielos” sin aglutinar el poder popular es imposible, es una lección que tenemos que aprender de Grecia, de lo que sucede en otros países que intentan cambiar la dinámica capitalista y, sobre todo, del pasado, que nos da las repuestas empíricas para saber como actuar en el presente.


Así, que como dijo Marx: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”