Ganó Syriza y parece que el mundo
mejora un poco, que hay más esperanza en que se pueda revertir esta
situación a la que nos ha llevado el neoliberalismo y el
capitalismo.
Aquí os dejo un vídeo de una de las
canciones que en la carpa de Syriza cantaron: "Avanti el
popolo-Bandiera Rossa" himno del PCI, que fue durante años el
mayor partido contra el capitalismo en occidente. Este partido dejó
de lado su ideología y se acercó a la socialdemocracia,
convirtiéndose con los años en un partido del régimen, el partido
que actualmente gobierna Italia con el de Berlusconi.
SYRIZA son las siglas de Coalición de
la Izquierda Radical (SYnaspismós RIZospatikís Aristerás). Se crea
en 2004 y agrupa a socialistas, comunistas, ecosocialistas y
anticapitalistas. Lejos de ocultar su ideología, se sienten
orgullosos de proclamarse de izquierdas. Le pidieron los estatutos a
IU para traducirlos y como referente de su organización.
Quizá, sea más conveniente
publicitáriamente ocultar lo que se es en realidad. Aunque a mí no
me gusta decir a la gente que soy lo que no soy, trabajar con las
armas del capital, porque ellos te lo dan, ellos te lo quitan y
desunir a las fuerzas de izquierda transformadora por una limpieza de
imagen. A mi me encantó ver los puños
levantados en esta carpa de Syriza, ver las banderas rojas, verdes y
moradas en su interior, escuchar "La internacional",
"Bandiera Rossa", "El pueblo unido", "Bella ciao" ... No por una
liturgia de izquierdas, sino por recordad a los y las que murieron por
decir que eran comunistas, socialistas, que no ocultaron su
ideología a pesar de que les costaría la muerte, el exilio, la
miseria, ellos y ellas que no vencieron; como en Grecia después de la II
Guerra Mundia, España en la Guerra y postguerra, latinoamérica con
sus dictaduras, en la Alemania nazi, la Italia fascista o la Francia
de Vichy, los y las que murieron tomando el Palacio de Invierno o
frente a las tapias de Père-Lachaise por agarrarse a un sueño, al
ideal de que el hombre no sea explotado por el hombre. Ese es el
legado de luchas que nos han dejado muchos y muchas: Marcos Ana,
Miguel Hernández, Federico García Lorca, Rosa Luxemburgo, Karl
Liebknecht, los abogados de atocha, Allende, Neruda, los milicianos
españoles e internacionales, los palestinas y saharauis, los que pararon a los nazis en
Stalingrado, los “desaparecidos” y tantos otros y otras que me dejo y que
no tienen un gran monumento para identificarlos y recordarlos.
En Grecia se hicieron más de 30
huelgas generales, hubieron manifestaciones, ocupaciones, se crearon
cooperativas sociales donde ayudarse unos a los otros, incluso una
moneda social. Hasta que lleguemos a ese punto de conciencia social
nos queda mucho, pero tenemos que luchar por conseguirlo, no decir a
la ciudadanía que se va a conseguir todo sin que ellos luchen, por
medio de las urnas únicamente, “tomar los cielos” sin aglutinar
el poder popular es imposible, es una lección que tenemos que
aprender de Grecia, de lo que sucede en otros países que intentan
cambiar la dinámica capitalista y, sobre todo, del pasado, que nos
da las repuestas empíricas para saber como actuar en el presente.
Así, que como dijo Marx: “¡Proletarios
de todos los países, uníos!”