domingo, 13 de octubre de 2019

Egos



“Ego Sum Lux Mundi” con esta alocución latina se presentaba a Jesús en la iglesia románica de San Clemente de Tahúl, integrada en lo que se denomina un Pantocrátor. No hace falta tener grandes conocimientos de latín para saber que significa: Yo soy la luz del mundo. Con este tipo de imágenes, en una sociedad analfabeta, se concretaba toda una filosofía, en este caso religiosa, ya que todo un ideario se basa en la potente figura del fundador y su vida sirve como ejemplo y muestra de como hay que ser.

Para los que hemos estudiado historia, nos es muy sencillo hacer este tipo de cosas, mostrar épocas enteras a través de uno de los personajes históricos, personas casi míticas, que son capaces de ser responsables de cualquier cosa que ocurría en sus dominios, por grande que fueran sus territorios, aunque hubiera diferentes lenguas, leyes y costumbres entre sí, por muy poco control que tuviese de facto. En esos personajes (casi siempre hombres) se focaliza lo que ocurrió durante los años que fuera referencia en el lugar determinado que influyera. 



Esta forma de estudiar, de conocer nuestro pasado, que se integra en la memoria colectiva de nuestra sociedad, ha llevado, y de un tiempo a esta parte se ha potenciado, a la formación de unos hiperliderazgos, en los que se aúpan a personas a la cúspide de un partido o movimiento y finalmente, ya no sólo es que estos acaban creyéndose que están por encima del bien y del mal y que sus opiniones son las más válidas, sino que tienen una legión de seguidores que no llegan a reflexionar, a querer estudiar, pensar y ofrecer sus conocimientos al colectivo, pues ese líder es que les dice que tiene que opinar.

Esto es muy grave, así vemos a personas endiosadas, que cada vez que abren la boca sientan cátedra y los vemos en televisión, los escuchamos en la radio o leemos sus libros como quien descubre la palabra revelada. Esto no sería tan trágico, si no estuviera tan integrado en la sociedad, si el individualismo inoculado entre nosotras no se hubiera adentrado en todas nuestras formulas de organización y al final se desechan los proyectos colectivos por un seguidismo infantilista.

Los acontecimientos actuales ponen de manifiesto lo que intento exponer, la política estatal en los últimos años se ha convertido en un cruce de declaraciones entre cuatro personas, en ocasiones se nos habla de acuerdos o disconformidades con términos que parecen sacados de un colegio de primaria, como por ejemplo: “[...]la mala relación personal les impide entenderse.”, [...]las negociaciones se desbloquearon gracias a la llamada de X con quien mantiene buena amistad”. Las noticias e informativos están basados en intervenciones, respuestas y contrarréplicas. Fuera de esos cuatro hombres, sólo florece lo que le interese en cada momento al sistema, y por tanto casi siempre en el espacio político a la izquierda del PSOE.

Esto ya se ha visto en diferentes ocasiones, grupos de personas con intereses o posiciones diferentes a lo que se decide colectívamente dentro de una organización, que se arremolinan alrededor de un líder o lideresa. Los medios les dan cancha, con tal de debilitar una opción alternativa al sistema actual de las cosas. 

Con el inicio de la crisis, las protestas derivadas del 15M, que tuvieron momento álgido con el 22M, parecía que esa situación podía cambiar, que las organizaciones políticas, sociales o sindicales comenzaron a replantearse sus formas de relación con la ciudadanía, buscando una mayor horizontalidad, dejando atrás estructuras rígidas, y así poder canalizar ese interés creciente de la población por sus problemas, que son comunes y que este sistema había pretendido individualizar, lográndolo en gran parte. 



Únicamente la toma de conciencia por parte de la mayoría de la población puede lograr un cambio de tendencia en las políticas neoliberales que han imperado en las últimas décadas. Porque desde los años 80 tenemos hay un retroceso constante en las políticas sociales y laborales que han dejado desprotegidas a las clases populares. La crisis de 2008 nos ha llevado a un adelgazamiento mayor del Estado y por tanto a que hayan niveles de desigualdad que se van incrementando y que han supuesto que vivamos en una situación de extrema vulnerabilidad.

Todo parece indicar que nos asomamos a una nueva crisis y sin embargo llegamos en unas condiciones muy difíciles, con una vorágine electoral que apenas nos permite el tiempo para la reflexión, ante la urgencia de cada convocatoria, y en las que es imprescindible la presencia de la izquierda transformadora con fuerza para poder llevar a cabo políticas que nos permitan acceder a una vivienda, dejar de lado la precariedad laboral a la que nos vemos sometidos, garantizar servicios públicos tales como la sanidad, la educación o los servicios sociales, así como blindar las pensiones, caminar hacia un nuevo modelo de economía productiva verde que permita paliar los efectos del cambio climático y, por medio del feminismo, lograr una igualdad real entre cualquier orientación o identidad sexual.

Por desgracia, no estamos hablando de grandes cambios revolucionarios, simplemente es una hoja de ruta de mínimos necesarios para que podamos tener un proyecto de vida digno y viable, unos objetivos que aglutinen a una mayoría social, que sería la que se viera beneficiada de ellos, un punto de partida para conseguir una población más concienciada y movilizada, porque si estas demandas no son mayoritarias, si no logramos una sociedad se implique, que haga política, la harán por ella y entonces saldrán ganado los de siempre, con lo que conlleva; empobrecimiento de la mayoría, acabar con los derechos existentes, auge de la extremaderecha, colapso ecológico... 



Y, para ir finalizando, sabed que tendremos que entendernos con otras personas de otras tradiciones políticas, con otros actores que no tienen el mismo horizonte que nosotros. Pero tenemos que estar en esos espacios; debatir, escuchar, plantear y construir maquinarias de cambio que beban de nuestra filosofía. Habrán, como ahora, personas que ocupen puestos de representatividad, de portavocía o ejecutivos que nuestras bases quieran, pero sin por ello creer que tienen más importancia que nadie, mucho menos de esa militancia que trabaja por sus ideas en los ratos libres que le dan sus quehaceres diarios. Yo ahora estoy en un lugar de gran responsabilidad de la Generalitat (que nunca pedí, por cierto) y no por ello soy más o menos, sólo soy uno más de los que alzan su voz ante las injusticas que ve que se cometen en el mundo y que quiere que cada vez hayan más personas en su lado de la trinchera.

Así que frente a esos liderazgos fuertes, yo os pido que cada vez seamos más, que tengamos más mecanismos para articularnos políticamente como sociedad y que seamos inclusivos para lograr sumar todas las fuerzas que planteen unas políticas transformadoras para este mundo. No nos dejemos llevar por si ese me cae mejor y este peor, sino reflexionemos si esa fuerza en su conjunto va a trabajar por mejorar mis condiciones de vida y si es así, te esperamos en esta difícil lucha ¡Os necesitamos!

No quiero terminar sin recordar un texto de Galeano que viene al caso:

Día de los trabajadores

Tecnología del vuelo compartido: el primer pato que levanta vuelo abre paso al segundo, que despeja el camino al tercero, y la energía del tercero alza al cuarto, que ayuda al quinto, y el impulso del quinto empuja al sexto, que presta viento al séptimo…

Cuando se cansa, el pato que hace punta baja a la cola de la bandada y deja su lugar a otro, que sube al vértice de esa V que los patos dibujan en el aire. Todos se van turnando, atrás y adelante; y ninguno se cree superpato por volar adelante, ni subpato por marchar atrás.


miércoles, 15 de mayo de 2019

Acción local, reacción global







El gran José Saramago dijo: “No olvides que lo que llamamos hoy realidad fue imaginación ayer”, de esta frase nos recuerda que hubieron personas que fueron llamadas locas, quiméricas, iluminadas, utópicas, etc. por plantear que era posible cambiar el estado de las cosas de cada momento, que nada es eterno, que era posible tener una sanidad y educación universal, tener unos derechos laborales o un estado con carácter social. Pero no olvidemos que esto se consiguió gracias a una ciudadanía unida en torno a sus propios intereses, un pueblo que luchó por arrancarle a esas clases dominantes sus privilegios, de los que no se querían desprender, no cayeron de un árbol como si de un fruto se tratara, sino que hubo que agitar sus ramas con la fuerza de muchas manos.






Este es un punto de partida fundamental para comprender el compromiso político que muchos hemos adquirido con el territorio en el que vivimos, con este mundo dominado por un sistema que beneficia a unos pocos en contra del resto de especies y que pone en riesgo nuestra propia supervivencia. Únicamente la conciencia de la población de los problemas y que cada vez seamos más reivindicando, en las calles y las instituciones, acercará la posibilidad de asegurar un proyecto de vida digno y viable para todos y todas las que caminamos por este planeta.

















Durante el último mes, como candidato de Esquerra Unida al Congreso de los Diputados, he tenido la oportunidad de recorrer las comarcas alicantinas conociendo muchos de los problemas que nos asolan, con esa diversidad tan bonita que existe; de las montañas a los valles del Vinalopó y la Vega baja, de la costa al interior, cada lugar con unos problemas concretos, pero que tienen una similitud en todo el territorio, en incluso en muchos lugares del Estado.






¿Sabéis cual ha sido la diferencia más grande a la hora de poner las primeras piedras para salir de esas dificultades a las que están sujetas los municipios? La fuerza que han tenido las candidaturas de Esquerra Unida en cada uno de los gobierno de los diferentes consistorios. Allí donde ha estado esta organización se han dado los primeros pasos para conseguir pueblos y ciudades más dinámicos y que encaran el futuro con más ilusión, con posibilidades de poner las instituciones al servicio de la ciudadanía.

















Como conocéis, no logramos los votos suficientes para que representara a la ciudadanía en el Congreso, aunque tengo que reconocer que me dio mucha alegría ver que muchos eldenses habían confiado en el proyecto en el que estoy embarcado, consiguiendo en Elda 4.605 votos, lo que supone que un 15% del electorado confió en la candidatura en la que estaba presente.






Esas semanas fueron muy complicadas, pues además de una campaña en la que me exigí el máximo de mí mismo, no paré de trabajar, junto a muchos compas que me ayudaron y se lo agradezco desde aquí, en conseguir que se presentaran más candidaturas en la comarca que coordino y seguir con la actividad institucional en el ayuntamiento, continuando la labor que hemos realizado durante toda la legislatura, cuatro años que se acaban con una mezcla de sentimientos, que van desde la pena a la esperanza.






Y es que me da lástima el coste de oportunidad que hemos sufrido estos cuatro años, desde Esquerra Unida hemos defendido unas políticas transformadoras que acabaran con los problemas estructurales de Elda. PSOE y Compromís, sin embargo, han dado muestras de ocupar el gobierno sin un proyecto, entregándose a manos de Ciudadanos, para seguir por una línea continuísta en esta ciudad, que hace que se marchite y se cronifiquen muchas de sus deficiencias.

















Ante la parálisis del equipo de gobierno, mi grupo municipal no sólo se ha refugiado en la crítica, sino que además ha presentado multitud de propuestas para sacar a nuestra población del callejón sin salida en el que le han instalado los diferentes gobiernos que hemos tenido. Por poner los ejemplos más sangrantes, abogamos por la realización de un plan estratégico participado, colaborando con expertos y universidades, que nos permita decidir como queremos que sea la Elda del futuro, unas líneas maestras que tengamos que seguir esté quien esté en el gobierno y así no se vaya a ritmo de ocurrencias, como ha sucedido hasta ahora.






Tal y como está grabado en el ADN de Esquerra Unida, quisimos potenciar iniciativas para que se le dote a la ciudadanía de instrumentos de participación ciudadana y así, la propia población se informe, se empodere y decida, marcándonos cuales son los problemas prioritarios y las posibles soluciones. Sirviendo de correa de transmisión entre la población y el Ayuntamiento.






Otra propuesta que hemos llevado al Pleno, y que nos parece fundamental, es que se creara un observatorio de las contratas, como método de control a las empresas que gestionan los servicios públicos que se han privatizado, que por desgracia son muchos más que cuando empezó la legislatura, ya que PSOE y Compromís, en su ausencia de gestión política, han preferido esta formula a una más eficiente como es la municipalización de servicios, que permite gastar el dinero de todos y todas de manera más eficaz, pues lo que nos ahorramos en IVA y beneficio empresarial se puede gastar en mejorar el servicio y mejorar las condiciones laborales de los que la realizan.






Y por destacar una cuestión más, porque si señalara todas iniciativas que hemos intentando que se pusieran en marcha necesitaría más espacio del que estáis dispuestos a leer, por higiene democrática logramos que se aprobara por todos los grupos políticos del Ayuntamiento que Elda volviera a la senda de la legalidad en lo que memoria democrática se refiere. Consensuamos una comisión de expertos para que señalara qué honores mantenía en la ciudad la dictadura y así poder eliminarlos ¡Incluso el Defensor del pueblo no comprendió por qué no se ha hecho nada en este sentido!

















Pues bien, todo ha caído en saco roto, ante un Rubén Alfaro más preocupado por el continente que por el contenido, o lo que es lo mismo, un alcalde al que sólo le ha importado su imagen y ha vaciado de políticas la actividad del consistorio, convirtiéndose en un mero gestor de un equipo que no ha sabido o no ha querido hacer mucho más que política tecnócrata con la que no sólo no han solucionado ninguno de los problemas de la ciudad, sino que han empeorado al dilatarse todavía más en el tiempo. Todos los retos que nos marcamos hace cuatro años siguen vigentes por la incomparecencia de PSOE y Compromís.






Todo esto nos ha frustrado, ver como todas las ideas que proponíamos eran ignoradas gracias al pacto en la sombra que mantenían con Ciudadanos, más cuando hemos demostrado como realizar las cosas de otra manera, con mi compañero Javi Rivera logrando salvar EMUDESA de la ruina y convertirla en una herramienta útil a favor de todos los y las eldenses.

















Pero no quiero terminar sin hablar de esa ilusión que estamos forjando, porque el día 26 de mayo la ciudadanía de Elda va a tener la oportunidad de cambiar el destino de nuestra población, las riendas están en sus manos ¡Como siempre! Para ello, desde nuestra organización, hemos elaborado un plan de 150 medidas en favor de la mayoría social y centradas en la creación de empleo de calidad y en revitalizar y arreglar los barrios de toda la ciudad.






¡Pero no sólo es importante la movilización en las urnas ese día! Esta sociedad tiene que caminar hacia ese futuro que está por conquistar, tiene que activarse para asegurar que todas y cada una de las personas logren tener las facilidades para forjarse un proyecto de vida, que conquistemos la esperanza de tener las condiciones materiales y ecológicas para ser felices, con un pie en las calles y otro en las instituciones, porque cada espacio que abandonamos es ocupado por los que hacen políticas en contra de nosotros y necesitamos una población crítica que, tanto estemos gobernando o en la oposición, nos exija cuales son sus demandas.






En estas elecciones hay que dar un paso adelante para sanar el orgullo herido de nuestra ciudad y Esquerra Unida es la única candidatura con la experiencia, el programa y la voluntad política. Esta vez voy el número 3 de la candidatura encabezada por mi amigo Javi Rivera, esto no es ni casual, ni un paso atrás; en primer lugar muestra que una mujer fuerte y empoderada como es María va la 2, lo que supone que escuchamos claramente el mensaje que el feminismo está dando, más que nada porque también estamos con ellas. Pero además es un orgullo ir el tercero porque creo que se ha acabado ya el tiempo en el que la población votaba entre lo mismo y lo mismo, es hora del crecimiento de Esquerra Unida, ya que somos los únicos con una alternativa política, con la fortaleza de querer atar nuestros sueños a la realidad, siempre con un oído en la calle, con el conocimiento que sólo el pueblo salva al pueblo, no como un slogan, sino porque nosotros somos parte de ese pueblo y vamos a luchar desde cualquier parte por los intereses de la mayoría, por devolverle a Elda el dinamismo perdido con años de mediocridad de PP y PSOE, vamos a poner a la ciudadanía en el centro de la actividad política. Porque desde siempre, cada cambio global, ha comenzado con la transformación local.










domingo, 14 de abril de 2019

Campaña sobre campaña




Hace unos días estuvimos en la pedanía de El Fondó recordando aquellos día grises en los que partió al exilio el gobierno legítimo de la IIª República y responsables del PCE como Pasionaria, Modesto, María Teresa León o Alberti.

En ese simbólico paraje, recordé unos versos de otro exiliado, esta vez argentino, Juan Gelman, que su poema 'Confianzas' finalizaba así:

[...]
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice

se sienta a la mesa y escribe

Estas palabras muestran la persistencia que han tenido todas las personas que, antes que nosotras, han luchado para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, a pesar de la persecución, la represión o asesinato. Lo que no sabían los privilegiados de este sistema es que los ideales de libertad, igualdad y justicia social no se pueden ni matar ni encarcelar.

El viernes comenzamos la campaña electoral en la que tengo la responsabilidad de ser el candidato de EUPV al Congreso, en la lista de Unidas Podemos Izquierda Unida. En ella, soy el primero que vengo del municipalismo, de ocupar un puesto de representatividad en un Ayuntamiento, cuestión que considero muy importante por el hecho de construir de abajo hacia arriba, desde los movimientos sociales hasta las administraciones más importante, desde la acción local, para lograr una reacción global.



A lo largo de estos cuatro años como concejal he intentado que el lugar que ocupo sirva como altavoz para que la ciudadanía se movilice y organice contra esa minoría que se aprovecha de lo de todas, para mantener sus privilegios. Porque no nos engañemos, en el próximo ciclo electoral lo que nos jugamos es acabar con la hegemonía dominante, que nos bombardea a base de mensajes que permiten el statu quo actual, manteniendo que el 1% más rico de la población tenga tanto como el 70% más pobre.

Como nos ocurre a muchos, mi implicación política comenzó al analizar la realidad que me rodea; Elda ha sido una ciudad que en las últimas décadas se ha ido marchitando, los efectos del Tratado de Maastricht (que ya predijo Julio Anguita) enseguida se pudieron palpar en nuestro municipio y la deslocalización de la industria comenzó a crear bolsas de paro y trabajo precario y clandestino, lo que ha impedido a muchos eldenses desarrollar una vida más o menos estable y se han tenido que ir.

Esto no es un particularidad de Elda, como os podéis imaginar, sino que se puede observar en las comarcas del interior de Alicante y en muchas zonas industriales de todo el estado. Los efectos del neoliberalismo, que lleva aparejado un urbanismo depredador, un recorte constante de los servicios públicos, una corrupción sistémica y a obviar los efectos del cambio climático (el sureste peninsular es una de zonas del planeta con mas peligro de desertificación), crea un caldo de cultivo perfecto en contra de la ciudadanía e invita a implicarse políticamente para así conseguir revertir la situación y asegurar un proyecto de vida digno y viable a todos los seres vivos que habitamos este planeta.

Por tanto, el reto es complicado, pero es una realidad que cuanto más se adelgaza el Estado, más desprotegida queda la mayoría, viéndose beneficiada esa oligarquía que lo maneja todo. Por ello, estos días me estoy recorriendo muchos municipios del sur del País Valenciano explicando la importancia de un cambio de modelo productivo para nuestro país, que genere una industria verde y de alto valor añadido. Del mismo modo que considero vital que se reviertan los recortes en sanidad, educación y cuidados, para asegurar unos servicios públicos y de calidad. Con estas medidas, más la derogación de las dos últimas reformas laborales, estaremos más cerca de aspirar a empleo de calidad, logrando la emancipación personal y acabando con el ejercito de parados y precarios, que sólo consigue que bajen las cotizaciones a la seguridad social y sirva de excusa para recortar la pensiones que se han ganado nuestros mayores.



Soy consciente de las dificultades que nos encontramos cada día, comprendo el cansancio de una sociedad que tantas veces ha sido engañada, empatizo completamente con aquellas personas que llegan a casa después de jornadas interminables; de trabajo, de buscarlo o hastiados y desanimados, he visto vuestros gestos, los he sentido en mi propia carne y me hacen temblar. Pero ahora no va a ser el momento en el que nos demos por vencidos, en esta fase histórica en la que nos jugamos tanto sé que no bajaremos los brazos antes de la batalla. Porque conozco a este pueblo y nunca se ha quedado impasible ante las injusticias, sé que es consciente de que el enemigo es poderoso, pero nosotros somos más y no nos quedaremos inmóviles, sin nadie al timón en mitad de la tormenta, porque aunque en ocasiones nos sintamos aislados, tenemos claro que somos archipiélagos unidos con lazos de cariño, de amistad, de clase; pues los problemas nos pueden parecer individuales, pero las soluciones son comunes.

No quiero finalizar sin deciros algo que ya sabéis y no es otra cosa que si no hacemos política, la harán por nosotras y, casi con toda seguridad, contra nosotras. En estos días inciertos puede parecer todo muy oscuro, pero sólo es un nubarrón, hemos estado en situaciones mucho peor que se pueden volver a dar. Tenemos la responsabilidad histórica de luchar por nuestros sueños, tirar de ese hilo rojo que a tantos les costó su propia vida; por un mundo más justo, libre, igualitario, feminista y en equilibrio con la naturaleza, por ese futuro que aun tenemos que conquistar. Habrán errores y aciertos, pero cuantos más seamos en la lucha, cuanta más presencia tengamos en las instituciones, cuanto más gente estemos en las calles y más participación tengamos, más sencillo será conseguir nuestro objetivos, pues son los de transformar la realidad para mejorar la vida de la mayoría.

Así que para concluir, sólo pediros el voto a Unidas Podemos Izquierda Unida, tenemos un programa al servicio de las clases populares, somos coherentes con lo que pensamos y hemos demostrado que somos los únicos que trabajamos por el interés común y no por el del Ibex-35. Tengo la ilusión que llenéis las urnas de esperanza, para las generales y autonómicas, pero no os quedéis ahí, nos jugamos el futuro de las próximas generaciones y os vamos a necesitar a todos frente a los intereses económicos de unos pocos. Por eso, es el momento ya no sólo de sentarnos a la mesa y escribir, como decía Gelman, sino también de levantarnos y luchar por lo que es justo.